...cuando ya es demasiado tarde,
cuando decir la verdad es absurdo,
cuando retractarse es un sinsentido,
cuando dar un giro de 180º es imposible.
Y es que no se puede desandar lo andado y esperar que nada suceda, ni esperar que suceda exactamente lo que se quiere.
Hay que cargar con las consecuencias, directas o indirectas, de lo que se hace, por mucho que duela.
Coger la aguja del reloj y dar macha atrás a un sin sentido de reacciones estúpidas.
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