domingo, 24 de octubre de 2010

Sonríele al Sol mi niña, está brillando por ti.
Y poco a poco las hojas cambian de color, y yo cambio con ellas, es el otoño, me digo esperanzada y con la mirada perdida en el baile de destellos dorados y broncíneos que caen sobre mí.
Es el otoño que precede al invierno, otoño de decadencia, invierno de muerte, queda menos para la primavera y el renacer. Renacer en cuerpo y mente, espero, espero ser y no ser, espero ser lo que quiero y no ser alguien demasiado diferente a quien soy ahora.

Y me veo tonta, tonta por creer que puedo cambiar lo que la naturaleza a creado, por creer que los sueños se cumplen, por creer que una vez alcanzada la primera meta estaré satisfecha, por creer que la felicidad se mantendrás más allá del primer vistazo al... mundo?

...tonta por creer que no soy tonta... que soy más lista que el hambre, más lista que todos los que andaron, andan y andarán en mi misma dirección, más lista que tú pequeña...

Pequeña... tantas palabras vacías, tantos sentimientos forzados, tanta envidia escondida... envidio tu fuerza, tu valor... hiciste lo que yo no consigo hacer, perseguiste un sueño, una necesidad quizás... tienes ese valor cobarde que tanto quisiera tener...

...y, sin embargo lo que más deseo en el mundo es que pases página y salgas de este agujero en que estás metida... pequeña niña, como me gustaría abrazarte y decirte que todo saldrá bien, ahora no sé, no sé qué será de ti... te quiero, pese a todo, pese a que seas tú quien me hace seguir adelante, quien me hace contradecirme en palabras y pensamientos, actos y sentimientos...
Ya desvarío demasiado... realmente no quiero colgar esta entrada, pero lo voy a hacer, está claro...
-¿Y tú cómo te definirías?
-¿Yo?... absolutamente prescindible.
-¿Prescindible?
-Sí, innecesaria, prescindible.
-Pero, ¿para quién?
-Para todos, para todo...

lunes, 11 de octubre de 2010

Y los días pasan y ya no sé qué va a ser de mí, y más importante aún, de mis ideas y principios que sucumben poco a poco ante ti... y tú, reina de un reino de princesas y mentiras, de ilusiones rotas y esperanzas perdidas, reino de envidias y miedos, de incertidumbre y deseo... deseo de ser tú, deseo de pertenecer a tu mundo... sin saber que significa firmar una sentencia de muerte a largo plazo... o quizás no.

sábado, 2 de octubre de 2010

Sin cómos ni porqués, sin quién ni a qué, sin ti, sin él, sin mi... sólo con el tic tac de un viejo reloj, sólo con las cartas de un viejo amor, sólo sola, sólo contigo... pero sola a fin de cuentas...

Sola en un cuarto sin paredes, un espacio infinito y reducido, mi espacio, al único al que temo... un espacio sin puertas, en el que no hay entradas ni salidas, en el soy necesaria y no, en el que te necesito y no...

Simplemente así, con tu mano sobre la mía, con tu cabeza sobre la almohada y tu intempestiva calma, contigo... se desvanecen los miedos, lo oscuro, lo cegador, todo... y sólo existes tú, hasta que no estás conmigo...

Todo vuelve y me envuelve en remolinos de sombras y luces, de color y vacío, de esperanza y desesperación, de dudas y certezas... remolinos de mí misma hecha jirones, que vuelven mágicamente a su lugar cuando te veo, oigo, siento...

Siempre así, asá, de aquella manera o de otra opuesta... y me canso... y no sé ya qué hacer con esta llama que me hace cenizas desde las entrañas, con este insaciable animal, conmigo misma al fin y al cabo...

Dejarlo estar, dejarlo ser, dejarlo hacer... esperar... esperar a que algún día todo pase, se asiente... esperar a que la felicidad sea un estado y no una emoción momentanea... esperar.