martes, 22 de junio de 2010

Nieve y sombras en mi alma,
alma perdida, alma encontrada,
alma de rosas, azucenas y jazmín,
¿qué te pasa que miras así?,
¿por qué tu risa se desvanece
entre cuentos y fuegos,
entre libros y dientes?

Hojas caídas son mis pensamientos,
vuelan al viento, seco lamento.
Días pasan, semanas llegan,
en los años me pierdo y en los siglos desespero.
Y no hay más en mí que los cadáveres secos,
de miles de voces, perdidas en silencios.

¿Qué fué de aquello, de ti?
De ti, dulce voz,
que mataba mi miedo.
De ti, dulce rostro,
en que siempre me pierdo.
De ti, amor,
de tu sonoro silencio.

Silencio amigo, lleno,
triple silencio.
Silencio de alma, voz y pensamiento.
Silencio en sí y no,
silencio en ti, silencio en mi.

Amor de amores, flores y veranos,
amor de signos, y gestos extraños.
Amor mío, único y querido,
¿dónde estás, amor perdido?

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